Po mAnUeL bRiTo
Periodista

Dios al hombre y a la mujer les ha otorgado el poder para elegir cosas que existen en nuestra vida, pero lo cierto es que hay otras que no es posible tener esa capacidad disponible para decidir por ellas. En esto es que alcanzamos poder, por ejemplo, elegir como vestirnos siempre, pero nunca podemos seleccionar previo la familia donde nacimos.

Casi siempre en nuestro vivir nos encontramos situaciones, como el ejemplo de alguien cercano un amigo, de un vecino, un líder o figura pública. La de nuestros padres, de un hermano o de aquella simple persona que en algún momento en nuestra vida se nos atravesó en el traginar del camino de la vida, constituyeron el ejemplo del modelo a seguir o el patrón a nunca no imitar.

Se señala al primer presidente de EEUU Abraham Lincoln, como uno de los políticos más grandes no sólo de su país, sino del mundo que ha dejado uno de los más importantes legados de la humanidad, que es el ser el protagonista de la liberación de la esclavitud en su país.

Es decir, que desde el 27 de febrero del 1844 hasta la publicación de estas humildes opiniones el señor presidente Abinader no podrá exhibir en los últimos segundos de su primer mandato un sólo legado positivo, de bien para la familia dominicana en su conjunto que lo pueda recordar o que lo pudiera hasta inmortalizar, porque es totalmente lo contrario, como oportunamente lo ha señalado el amigo Fernando Julio Buitrago C, en el legado por escribir de Abinader cuando dice cito «Dar un golpe de timón en la haitianización, descalabro cultural, ausencia del deporte, como ente de transformación, caos social», entre otros, añadimos nosotros en la deuda externa, inseguridad ciudadana, controlar la inflación, la corrupción por doquier, incapacidad gubernamental, muchos ligados al bajo mundo al decir por los propios condenados y acusados por los EEUU, así como también crear empleos de calidad.

El presidente Abinader le está haciendo un profundo daño al país que los efectos de esos síntomas se sentirán en el futuro en el mediano plazo en forma demoledora en término transversal haciendo metástasis, como el efecto de las células cancerígenas en todo el cuerpo del sistema social, político, económico y democrático de la sociedad dominicana en su propio desarrollo, como venía ocurriendo, por lo que estamos en presencia de una nueva década perdida aquí, y peor aún serán los cuatro próximos años de su gobierno.

Abinader, ni el PRM, como plataforma política de gobernar, menos sus funcionarios no entiende ni en el mínimo, que hoy la construcción de un «mito de gobierno» es esencial para ganar confianza en la ciudadanía y asegurar la continuidad de políticas públicas exitosas, como búsqueda en cada elecciones pasadas la administración gubernamental, en cualquier país del mundo, buscará dejar un legado duradero, como lo sostiene, el colombiano Miguel Jaramillo Luján.

Es en este contexto, que los criterios de la continuidad del Estado con la suma de cada uno de los legados aportados por los diferentes gobernantes en el proceso de la sucesión democrática electoral cada cuatro años, como lo establece nuestra Constitución nos ofrecerá lo ya denominado la «Unidad de Legados», convirtiéndose en una herramienta fundamental para consolidar el mito de gobierno. Porque ésto permitirá una estructura organizativa vinculada a todas las áreas de buena gobernanza, que garantizará que las acciones gubernamentales se implementen de manera y forma exitosa por demás eficiente en la gestión pública, que es parte esencial ausente en el gobierno de Abinader y el PRM, que le impedirá dejar un sólo legado como los demás gobernantes desde nuestra fundación como República Dominicana.

Como lo explicaba el especialista en el tema Miguel Jaramillo, que citamos a continuación:
«El gobierno o el presidente que quiera ser recordado tendrá la tarea titánica de construir una narrativa de éxito y eficiencia gubernamental con hechos, que perdure más allá del mandato de un gobierno en particular. Esta narrativa debe basarse en los logros, proyectos y políticas que fueron promesas de campaña, que benefician a la sociedad que deben ser continuados en beneficio de todos. La Unidad de Legados es mucho más que una estructura administrativa; es un pilar que debe adoptar cada gobierno, que garantice la continuidad de políticas y proyectos exitosos, promueva la eficiencia gubernamental y fortalezca la confianza de la ciudadanía en sus líderes. Su implementación en los gobiernos entrantes se vuelve esencial para construir un país más estable y exitoso a lo largo del tiempo, independientemente de los cambios de liderazgo y su relación con el Gobierno Nacional».

En todo esto, creemos que el eslabón perdido en el presidente Abinader, PRM y en su gobierno, está en que perdieron la visión de no entender o no saber hasta posiblemente tampoco importarles, que un requisito para triunfar en la gobernanza es saber escoger el patrón a imitar, que estará imprescindible presente en la formación de nuestros conceptos, a lo largo de nuestra existencia, y ésto en el presidente Abinader, por lo visto, sólo ha estado en él con los negocios empresariales, no en lo político-social, para producir patrimonio y riqueza comercial personal.

Porque al saber escoger el patrón a imitar, más en la acción política y social desde el gobierno, debido a que el éxito o el fracaso va a venir a corde a quien hallamos escogido como nuestro modelo perfecto, de como queremos ser como gobernante, y desconocemos a quien ha seleccionado el presidente Abinader si en alguien se ha inspirado. Teniendo, además, la capacidad para rechazar el modelo de como no queremos ser, como lo diría Leonardo de León Miranda.

Pero no se preocupe aquel que le han robado sus joyas, éstas hoy pueden ser nuestras y mañana de otros y de la misma forma volver a nosotros. Preocúpese si le despojan de su buen nombre, porque éste no enriquece al robado y no volverá a verlo jamás.

Hasta un próximo trabajo si Dios lo facilita!!!!!

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